En posts anteriores os hemos hablado de cómo las redes de sensores están provocando sustanciales beneficios en campos como el de la seguridad y el medio ambiente. Hoy queremos abordar un sector de notable actualidad, el de la sanidad, y ver sus beneficios en este ámbito.
El campo sanitario es un sector clave para que las redes de sensores puedan extenderse y consolidarse puesto que las potenciales aplicaciones repercuten notablemente en la calidad de vida de los ciudadanos. La salud y el bienestar son dos factores de especial relevancia en nuestros tiempos.
En este sentido, las redes de sensores inalámbricos pueden afectar a un numeroso y variado conjunto de aplicaciones, ya sea creando nuevas utilidades o mejorando las ya existentes. Tanto es así, que las líneas de investigación abarcan todas las ramas sanitarias desde el análisis de parámetros funcionales del cuerpo humano, el diagnóstico y tratamiento de posibles anomalías hasta la gestión de la información médica o historiales para mejorar y facilitar la comunicación con el paciente.
Gran potencial en telemedicina
Una de las aplicaciones más estudiada y demandada es la telemedicina o telediagnóstico, consistente en monitorizar y supervisar los parámetros funcionales del cuerpo humano a distancia, en un entorno que no tiene porqué ser el de un hospital con las comodidades que esto supone. A través de la red de sensores se irían recopilando datos del paciente en relación a parámetros tales como la respiración, la presión sanguínea, el pulso, la saturación de oxígeno o la temperatura. Posteriormente esta información se enviará a un nodo central donde podrá ser examinada e interpretados de forma adecuada por el personal sanitario oportuno.
Mediante este sistema se puede controlar la evolución de personas mayores o minusválidos cuando se encuentran, por ejemplo, en sus domicilios y asistirlos rápidamente en caso de emergencia. También contribuye a aumentar la autonomía de las personas que deben estar más controladas a causa de enfermedades crónicas o de obligado seguimiento periódico como la diabetes, anomalías cardíacas, respiratorias o trastornos del sueño. De esta forma, en caso de que ocurra algo, el profesional detecta antes los síntomas pudiendo proporcionar el diagnóstico y la atención necesaria en menor tiempo.
Por otra parte, la utilización de este tipo de dispositivos también permite tener controlados aspectos como la localización física de doctores, enfermeras y pacientes dentro de un hospital, además de monitorizar el tiempo que permanecen en una determinada estancia o llevar a cabo un control de acceso en zonas restringidas. Asimismo, el personal médico podrá ubicar con mayor rapidez el material sanitario que tenga incorporado este tipo de nodos.
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