Si en ocasiones nos quedamos sin servicio en casa, y debemos comprobar la red WiFi, podemos imaginarnos que tener conexión en medio del océano es una cosa mucho más difícil, un desafío que distintas compañías y científicos intentan superar todos los días.
Tal vez por eso resulte llamativo el último paso que han conseguido dar expertos de las universidades de Waterloo en Canadá y la de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudí. Hablamos de una tecnología denominada Aqua-Fi, que vamos a analizar en detalle porque bien vale la pena conocerla.
El caso es que, muchísimas veces, los buzos y submarinistas tienen problemas para enviar o recibir información en estos entornos acuáticos, de manera que resultaría esencial para la investigación submarina imitar el funcionamiento de los sistemas de redes terrestres.
En estas horas, una publicación en la IEEE Communications, denominada «Aqua-Fi: entrega de Internet bajo el agua mediante redes ópticas inalámbricas y envío de datos en vivo a la superficie», da cuenta de los avances que se han conseguido hasta el momento. Y no tienen desperdicio.
Basem Shihada, uno de los encargados principales de este estudio, ha señalado a los medios que «el mundo académico y la industria quiere monitorizar y explorar los entornos submarinos en detalle» y, para ello, es necesario contar con una conexión a Internet fiable también en altamar.
Por supuesto, aún falta mucho para que estos servicios puedan ser utilizados por cualquiera en medio del océano sin depender de grandes instalaciones o embarcaciones. Pero que se hayan dado los primeros pasos para llevar una alternativa WiFi a estos sitios es, sin dudas, una grata noticia.