La innovación tecnológica se está convirtiendo rápidamente en un entorno centrado en los datos, que incluye decenas de miles de millones de dispositivos inteligentes que estarán conectados en breve. Esto conformará el Internet de las cosas (IoT) y generará petabytes de datos, múltiples nubes públicas y aplicaciones modernas utilizando tecnologías tales como la Inteligencia Artificial, el Machine Learning y el Big Data.
En el centro de todo esto están las redes inalámbricas, el tejido conectivo que soporta todos estos dispositivos, mueve todos esos datos, enlaza todas esas nubes y satisface las diversas demandas de velocidad, capacidad y latencia de esos niveles de carga.
En este universo se encuentran tanto el WiFi 6 como el 5G, últimas iteraciones de los protocolos WiFi y móvil. Diseñados para manejar el rápido crecimiento del número de dispositivos y usuarios y todas las demandas que provienen de una gama cada vez más amplia de aplicaciones nuevas y emergentes de alto ancho de banda y sensibles al tiempo, tanto WiFi 6 como el 5G incluyen importantes mejoras en velocidad, capacidad, rendimiento, fiabilidad y densidad de conexión.