Una característica que empieza a aparecer cada vez con mayor frecuencia en las cámaras digitales es la capacidad de conectarse a una red WiFi. Cuando se pueden enviar fotos de forma inalámbrica a través de una red WiFi doméstica, se simplifica enormemente el proceso de crear copias de seguridad de las imágenes, así como el compartir fotos con otros usuarios.
Algunas cámaras permiten establecer conexiones directas con Facebook u otros sitios de redes sociales, lo que puede ser un gran detalle. Muchas cámaras digitales WiFi ahora también dan la opción de subir las fotos a la nube, que se trata de un lugar de almacenamiento propiedad del fabricante de la cámara. Usar la nube para almacenar las fotos personales es una gran idea, ya que siempre tendremos una copia de seguridad lejos del ordenador de nuestra casa, donde estarán a salvo de una posible pérdida.