En los últimos tres años, los routers de malla, que permiten combinar dos, tres o incluso más routers en una sola red para cubrir la totalidad de, por ejemplo, una casa con WiFi, se han vuelto cada vez más populares. Pero todos tienen una limitación importante: hay que comprar todos los routers de la misma compañía. Eso significa que si alguna vez queremos o necesitamos cambiar de marca, tendríamos que comprar todas las unidades de nuevo.