En posts anteriores os hemos hablado de cómo las redes de sensores están provocando sustanciales beneficios en campos como el de la seguridad y el medio ambiente. Hoy queremos abordar un sector de notable actualidad, el de la sanidad, y ver sus beneficios en este ámbito.
El campo sanitario es un sector clave para que las redes de sensores puedan extenderse y consolidarse puesto que las potenciales aplicaciones repercuten notablemente en la calidad de vida de los ciudadanos. La salud y el bienestar son dos factores de especial relevancia en nuestros tiempos.
En este sentido, las redes de sensores inalámbricos pueden afectar a un numeroso y variado conjunto de aplicaciones, ya sea creando nuevas utilidades o mejorando las ya existentes. Tanto es así, que las líneas de investigación abarcan todas las ramas sanitarias desde el análisis de parámetros funcionales del cuerpo humano, el diagnóstico y tratamiento de posibles anomalías hasta la gestión de la información médica o historiales para mejorar y facilitar la comunicación con el paciente.