Si bien es cierto que en los últimos tiempos nos hemos acostumbrado a que muchos de los altavoces diseñados para ocupar la sala de la casa tengan una estética realmente agradable, lo cierto es que todos ellos siguen luciendo como altavoces. No importa qué tan elegantes resulten, sabemos exactamente cuál es su cometido.
Tal vez sea por ese motivo que firmas como IKEA y Sonos se han unido para desarrollar un producto completamente disruptivo, distinto a todo lo que conocíamos hasta ahora, como es el caso de los altavoces inalámbricos SYMFONISK que se caracterizan, de hecho, porque nadie podrá dar cuenta de su presencia.