Hasta hace un tiempo, aquellas personas que querían disfrutar de un televisor con pantalla OLED, tenían que invertir en un dispositivo de al menos 55 pulgadas, lo que era todo un problema tanto por el presupuesto elevado como por la necesidad de contar con un espacio grande.
Por suerte, poco a poco somos testigos de cómo algunas de las principales marcas del segmento van lanzando sus propias soluciones más pequeñas, como el Sony OLED A9 de 48 pulgadas que la asiática presentó hace meses, y que ahora es noticia porque acaba de desembarcar en España.