Cada año que pasa en casa vamos acumulando nuevos dispositivos inalámbricos que se conectan a Internet a través de una conexión WiFi. Esto pasa en la mayoría de los hogares en los que vive gente de mediana edad o jóvenes, llevando aparejado que la demanda de servicios de banda ancha vaya aumentando progresivamente.
Además de los habituales smartphones, tablets, ordenadores, portátiles y consolas de videojuegos, últimamente otros dispositivos inteligentes como termostatos, controladores de intensidad de luz o de vigilancia del hogar se están poniendo muy de moda. Sin embargo, el streaming está diendo quizás el que más ha evolucionado de todos ellos, provocando un aumento de la demanda de ancho de banda a través de contenidos 4K. Esta tecnología se está haciendo cada vez más común, gracias, en parte, a plataformas online como Netflix o, en un futuro próximo, a Amazon.