La semana pasada nos volvíamos a despertar con una nueva noticia relacionada con el mundo de las redes WiFi (y más en concreto con los routers). Se trataba de una nueva vulnerabilidad que había sido detectada por informáticos de la Universidad de California. Los hackers podrían explotar la debilidad del protocolo de control de transmisión (TCP) y realizar un ataque contra la caché web para robar contraseñas, información de acceso y otros datos privados. Desafortunadamente, no hay solución posible ya que la vulnerabilidad proviene de un diseño de hace 20 años basado en TCP y WiFi. Para evitar que los hackers usen la vulnerabilidad para poner en peligro nuestros datos, los investigadores recomiendan que los fabricantes construyan routers que operen en diferentes frecuencias para transmitir y recibir datos.